Un contexto favorable a la emigración religiosa

Tres transformaciones importantes en todo el mundo ayudan a explicar y a hacer posible esta nueva ambición agaunoise :

• En primer lugar, a raíz de la Revolución Francesa y la toma del Valais por las tropas napoleónicas, la Abadía de Saint-Maurice en 1798 pierde todos sus derechos señoriales, algunos de las cuales datan de hace más de un milenio.
  
• En segundo lugar, el aumento en toda Europa de los estados-nacionales en el desarrollo industrial y la competencia entre ellos conducirá a las guerras coloniales en el siglo 19, que tendrán como objetivo apropiarse de los recursos naturales de amplias zonas geográficas, especialmente las de África y de Asia.
• En tercer lugar, la Iglesia Católica adopta al mismo tiempo una doctrina misionera que tiene como objetivo evangelizar a estos vastos territorios poblados considerados pueblos de almas paganas para conquistar y civilizar. Las primeras sociedades misioneras aparecen en Europa a principios del siglo 19 y sus actividades se ampliarán significativamente con las conquistas coloniales, participando en el establecimiento de la dominación extranjera. En 1822 fue fundada en Lyon la Sociedad de la Propagación de la Fe, que más tarde se convirtió en la Sociedad pontificia de la Propagación de la Fe, centralizada en Roma.

La articulación de estos tres factores – políticos, económicos y eclesiásticos – permite entender cómo la Abadía de Saint-Maurice, que no podía más hacer valer las reclamaciones legítimas de expansión territorial en un Valais ahora confederado y adquiridos en la doctrina católica, va a dirigir su postura evangelizadora fuera de las fronteras del país.